10.11.17

del diseño invisible, hoy

En la época de la globalización, el principal propósito del diseño desde los tiempos de las primeras y emblemáticas escuelas, ha cambiado. Entre los factores que cambiaron, los aún vigentes objetivos de innovación, inventiva y fabricación por nuevos desafíos inmateriales (pero de carácter práctico) han sido el desarrollo de la tecnología y la presente cultura de consumo que cambia constantemente tanto las necesidades tecnológicas como a las operaciones para producirlas, a en algunos casos únicamente la adquisición de esos productos o servicios y la comercialización de estos (retail). Por otro lado, parece imposible para pequeños países (mercados) crear y producir, siquiera para sí mismos, al lado de economías más adelantadas. Otro factor revolucionario ha sido la floreciente tecnología de la información que ya es capaz de crear mundos e incluso monedas completamente virtuales. 

Por si fuera poco a las anteriores condiciones que revolucionan el mundo y los oficios día a día, enfrentamos escenarios no solo desafiantes, sino también urgentes, los cuales resultan ser además los obstáculos para una vida organizada, justa, segura, sustentable, equitativa y feliz, y para quienes trabajan en diseñar ese mundo. Estos obstáculos, sorpresivamente han resultado aparecer fuera de la tecnosfera, sino en la organización de las instituciones. Pues estas, comenzaron a visibilizar la obsolescencia de sus estructuras, formadas al paso de la historia, la tradición y concentración de poder, no solo con la aparición de nuevos proyectos organizacionales de carácter global , sino al enfrentar las consecuencias del desarrollo urbano con planificación incompleta, o catastróficos escenarios como lo son sequías, destrucción del hábitat marino, inundaciones, incendios, sismos, actividad volcánica, sobrepoblación, etc..

Desde las primeros trazados de la tradición disciplinar del Diseño, en la que se invitaba a desarrollar desde los conocimientos de la arquitectura, el arte y la artesanía, con simultánea inclusión de la ingeniería, se ha visto desarrollar de manera virtuosa, nuevos enfoques disciplinares que generan nuevos campos de inmediata absorción social. En un contexto de comercio, globalización y capitalismo, se ha posicionado el diseño estratégico, como una complementaria y necesaria etapa no solo para los productos, sino también para los servicios. Creando incluso el campo del diseño de servicios. Similar situación acontece con el diseño de experiencias de usuario o el diseño de interfaces, todas estas complementarias, pero operacionalmente diferentes a los enfoques disciplinares tradicionales, lo cual instala la duda sobre la vigencia de los programas de educación, la autodidáctica y los nuevos campos que van creándose al cubrir las necesidades de un mundo que cambia más rápido de lo que los proyectos curriculares, o con un mayor énfasis en las habilidades blandas por sobre las técnicas, cuyo desmedro también obliga escribir una nota especial, al respecto.

Estos, y cuantos otros subcampos del diseño, necesitan de manera urgente complementar las operaciones y métodos de las profesiones y departamentos que hoy en día se hacen cargo del diseño urbano o el diseño organizacional, entre muchos otros, proponiendo ser un factor relevante para la integración multidisciplinar, la visualización de procesos, la inmediata implementación, entre otros. Sobre todo en mundo que aparentemente está dando lugar a sociedades cada vez más cooperativas. 

* Esta nota, se basa en una interpretación de extractos de la obra Design is Invisible de Lucius Burckhardt (1980), contextualizado en una reflexión diagnóstica del estado y vigencia diseño en Chile y los nuevos enfoques disciplinares.

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